grasas

Las grasas son nutrientes esenciales para nuestro organismo, pero no todas tienen el mismo efecto sobre la salud. Conocer las diferencias entre los tipos de grasas nos ayuda a mantener una alimentación equilibrada y prevenir enfermedades cardiovasculares.

Tipos de grasas que consumimos

1. Grasas saturadas

Las grasas saturadas se encuentran principalmente en alimentos de origen animal como carne roja, mantequilla, queso y leche entera. También están presentes en algunos aceites tropicales como el aceite de coco y palma.

  • Generalmente sólidas a temperatura ambiente.
  • Su consumo en exceso puede aumentar los niveles de colesterol LDL («colesterol malo»).
  • Se recomienda moderar su ingesta y combinarlas con grasas saludables.

2. Grasas insaturadas

Las grasas insaturadas son consideradas saludables y se dividen en:

  • Grasas monoinsaturadas: presentes en aceite de oliva, aguacate, nueces y almendras.
  • Grasas poliinsaturadas: se encuentran en pescados grasos (salmón, sardina), semillas de chía, lino y algunos aceites vegetales.

Estas grasas ayudan a reducir el colesterol LDL, aumentar el colesterol HDL («colesterol bueno») y mejorar la salud cardiovascular.

3. Grasas trans

Las grasas trans se generan de forma industrial mediante hidrogenación de aceites vegetales y están presentes en alimentos procesados, frituras y algunos productos de repostería.

  • Son perjudiciales para la salud y se recomienda evitarlas.
  • Aumentan el colesterol LDL y disminuyen el HDL, elevando el riesgo de enfermedades cardíacas.

Cómo identificar y elegir grasas saludables

  • Prioriza aceites vegetales naturales como el de oliva, girasol o canola.
  • Incluye frutos secos y semillas en la dieta diaria.
  • Prefiere pescado azul varias veces por semana.
  • Limita el consumo de carnes rojas, productos lácteos enteros y alimentos ultraprocesados.
  • Evita alimentos con etiquetas que indiquen «grasas trans» o «aceites parcialmente hidrogenados».

Beneficios de consumir grasas saludables

  • Mejoran la salud del corazón y reducen el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
  • Contribuyen a la absorción de vitaminas liposolubles (A, D, E y K).
  • Proporcionan energía sostenida para el cuerpo y el cerebro.
  • Favorecen la producción de hormonas y el mantenimiento de la piel y el cabello saludables.

Conclusión

Entender la diferencia entre las grasas que consumimos es clave para mantener una alimentación equilibrada y saludable. Las grasas insaturadas son beneficiosas y deben predominar en nuestra dieta, mientras que las grasas saturadas deben consumirse con moderación y las grasas trans deben evitarse. Adoptar estos hábitos ayuda a cuidar la salud cardiovascular y general.

Por Francisco